En septiembre de 1968, el Congreso autorizó al presidente Lyndon B. Johnson a proclamar la Semana Nacional de la Herencia Hispana para reconocer la rica cultura y las contribuciones de los estadounidenses que tienen sus raíces en España, México, América Central, América del Sur y las naciones de habla hispana del Caribe. Solo dos décadas después, los legisladores ampliaron la celebración a un mes de celebración, que se extiende desde el 15 de septiembre hasta el 15 de octubre.

Durante el mes de la herencia hispana el maestro Tadeo Peralta junto con los padres de familia, realizaron diferentes actividades donde los alumnos de segundo grado de la clase de español pudieron disfrutar de la gastronomía así como datos importantes de sus magníficos países y no podía faltar la música y sus bailes típicos.

El primer día de celebración tuvimos a México donde celebramos juntos la independencia de México.

República Dominicana fue uno de los países que nos puso a bailar, conocer sus inicios como país pero sobre todo nos dio una probadita de su bebida morir soñando.

El Salvador nos conquistó con sus ricas pupusas y el baile del sombrero azul.

Colombia nos dio un poco de su encanto como país.

Chile y sus maravillas nos dieron un poco de completos.

Brasil nos enseño lo maravilloso que es su país pero sobre todo nos encantó aprender unas palabras en portugues.

Puerto Rico nos endulzó el paladar con sus postres.

La inclusión para una nación más fuerte, captura la esencia de los hispanos a medida que abrazamos nuestra diversidad, ampliamos nuestras familias y establecemos nuevas relaciones que fortalecen a nuestras comunidades y a nuestra nación.